Manuela Benaim Fernández: Todos mis éxitos son producto de haberlo intentado mil y un veces.
por Cristina Aguilera Ochoaentrevista realizada el 27/ago/2021
Manuela Benaim es una artista venezolana multidisciplinaria que habita un cuerpo femenino desde 1996. Las personas son sus lienzos. : @manuelabenaim : manuelabenaim.com
––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
Estoy en un lugar que conozco: la terraza de mi amiga de infancia, Manu, a la que siempre he visto hacer arte. Solo que esta vez ambas somos adultas y ahora ella es artista de profesión. Empiezo a grabar y luego de un rato conversando, comienza la entrevista.
Yo: Amo a Jung, sus cuadernos.
Manuela: Lo que más me gusta de Jung ni siquiera son los libros que él escribió porque son demasiado difíciles para mí si te digo la verdad, sino [lo que más me gusta es] su biografía. Cuando él era chiquito tenía un ático y todo el día en el colegio lo único que él quería era salir corriendo y estar en su ático y darle clases a un maniquí y a unos peluches en una pizarra. Él en su mundo tenía como un alter ego que era el “yo” que es como eterno, sabio y mucho más viejo que él, tiene más vida y es como su ser más consciente y después está él, que es un niño incomprendido, que la gente como que no lo entiende y le parece que es un ñoño, un raro. De hecho él tenía tanta ansiedad que se desmayaba y la gente se burlaba de él. Y el papá como que era demasiado cristiano y religioso y vaina y le impedía a él tener ideas fuera de la caja.
¿Te sientes identificada con el niño incomprendido?
¡Sí! Demasiado.
¿Y con el ser sabio?
No, no tanto. No me siento más sabia que nadie. De hecho yo siempre siento que la persona que se cree la más sabia de un cuarto es a la que más le falta aprender, y la persona que menos sabia se siente es la más sabia. ¿Sabes? Hay como una paradoja ahí.
Entonces estás diciendo secretamente que eres la más sabia.
Secretamente digo que, según mi teoría, soy sabia. Pero no lo puedo decir ¿no? ¡Porque entonces dejo de ser la sabia del cuarto! Tengo que fingir que me falta mucho por comprender. *risas*
¡Pero en verdad! Tipo, una vez que aprendes mucho sobre algo nuevo, osea cada vez que te lees un libro sobre algo, te das cuenta de lo mucho que te falta aprender sobre ese mismo tema. Y es como que: ¡ahora es qué me falta para entender!
¿Y por qué sí te identificas con el niño incomprendido?
Porque cuando era pequeña, muchas veces sentí que todo mi lenguaje era visual, y me parecía demasiado complicado primero hacer ver a la gente mis ideas a través de las palabras. También, si todo es visualizado, imagínate visualizar números. O sea: la matemática, la química, la física... La física fue un poco divertida, pero todo lo que no era visual me costaba demasiado. Hasta un idioma nuevo. O sea, todo lo tenía que hacer visualmente, todas las palabras nuevas las tenía que dividir en dos y visualizar. Yo no escucho palabras en mi cabeza, yo solamente las veo. ¿Sabes como la gente dice en su cabeza, “ay, tengo que ir al mercado a las 6 porque a las 7 cierra!”? Yo veo al mercado y una gente botando a las personas mientras el reloj está en las 7, y es como “ah, tengo que ir al mercado”, pero nunca en mi vida he escuchado una frase que salga de mi cabeza. No tengo una voz interna. No tengo narrador interno. Me parece demasiado raro escuchar que la gente anda por ahí narrando cosas en la cabeza. Todo es visual. Todo. Y yo no sabía que todo era visual hasta que hablé con más gente, estuve con una psicopedagoga, y ella me dijo: es que qué bolas tienes, tú no tienes una narrativa. Todo es visual. ¿Cómo vas a hacer una narrativa si todo es visual?
Yo me acuerdo cómo de chiquita me explicabas algo y me hacías mapas, ahora tiene sentido. Me decías: bueno te voy a hacer un mapa, te lo voy a dibujar, y yo decía ¿por qué Manuela? ¡Sólo explícalo! Y tú: ¡No, no! ¡Te voy a hacer un mapa!
¡Exacto! Al igual que cuando estoy hablando por teléfono yo estoy explicando la mitad de las cosas con mis manos. Así sea que la persona está del otro lado sin ver nada, no me puedo expresar sin utilizar mis manos y hacer como una imagen visual de lo que estoy tratando de decir. Entonces… sí. Yo creo que ahí me sentía muy incomprendida. Yo no veía, yo observaba todo, entonces también sentía que a la gente le estaba faltando un sentido, el de observar, más allá de mirar y ver.
¿Y cuándo descubriste esto?
En muchos momentos lo entendí… no fue como un ¡Ah, vualá, ya entendí todo, todo tiene sentido! Fue poquito a poquito, en muchos momentos de mi vida entendiendo: wao, soy diferente a mucha gente y sin embargo hay gente como yo. Entonces conocer otra gente como yo fue super liberador.
¿Y dónde la conociste?
En la universidad. Es de arte, pero creo que conocí a más gente en ilustración. Que todo el mundo explicaba con las manos y decía: ven, pásame el cuaderno y te explico y yo “¡aay me encanta!”, porque todo era super visual. Y la gente viendo caras en ventanas, y en las nubes veían a Winnie Pooh y yo “¡Lo veo, yo también lo veoo!” Y todo el mundo es mucho más interesante en mi cabeza, porque yo siento que auditivamente no soy ni tan buena, pero sí visualmente.
Bueno y tienes una educación visual valiosa, porque tus papás son artistas.
Sin embargo, yo siento que más bien mis papás entendieron que ese era mi potencial y me lo amplificaron. O sea me lo impulsaron.
Qué rico eso.
Sí. Y mi mamá entendió super temprano que yo iba a ser pésima en matemáticas y en todas esas vainas entonces fue como bueno entonces que sea buenísima en lo que sí le gusta hacer. Porque si no me parecía interesante no me podía concentrar tampoco. Imagínate el esfuerzo de visualizar algo que ni siquiera te interesa. O sea era demasiado esfuerzo.
Me estoy recordando de cómo te explicaba matemáticas, estoy encajando nuestra infancia.
¡Ay no, no!
¿Entonces cómo es tu proceso creativo?
Mi proceso creativo…
Es muy visual, obviamente.
Es super visual a veces, sí, pero yo diría que es bastante sensorial, aunque no lo creas. Yo tengo como un apego a mi mundo más cercano, o sea tan cercano que estoy rozándolo.
O sea tu cotidianidad.
Mi cotidianidad pero en su máximo nivel, me inspira demasiado.
¿Cómo se ve tu cotidianidad?
Por ejemplo: en la cuarentena mi cotidianidad era ponerme un vestido de seda en el que me sentía muy sexy y muy agradable; bailar todo el día y sudar en mi vestidito. Ese vestido me estaba acompañando tanto en la cuarentena que en algún momento sentí que ya no había diferencia entre yo y el vestido, osea que mis células muertas estaban quedándose impregnadas de vestido. Yo tenía el tan line justo en donde terminaba y comenzaba el vestido. Ese vestido olía a mí, hasta cierto punto estaba tan cerca de mi cuerpo que ya podía sentir que éramos uno y eso me inspiró demasiado. Quería honrar ese pedazo de piel mío que no es mi piel sino un vestido.
Una textura que se vuelve parte de ti.
Exacto, como un caparazón. Ese vestido no era nada si yo no lo usaba, entonces yo también le estaba dando vida, estaba haciendo que el vestido bailara conmigo.
Entonces cuando hice ese click fue más bien una desesperación por hacer que esa visión fuera real. Entonces hice un molde de mi cuerpo, lo mojé en silicón y puse el vestido mientras que el silicón estaba líquido: impregné mi cuerpo con el vestido visual y literalmente.
¿Y eso deviene en tu tesis?
No, eso fue en la cuarentena. Es super super reciente. Pero te estoy diciendo de un proceso creativo que vino de mi cotidianidad, de mi día a día, de mi “literalmente tipo estoy en cuarentena, tengo que estar en pijama todo el día”.
Claro. ¿Y tienes este impulso de productividad de levantarte y cada día hacer una hoja de algo o cómo es tu workout de artista? ¿Te llamas a ti misma artista?
Sí, sí soy artista. De hecho yo a los 6 años decía que yo era artista. Super inspirada de mi papá, yo estaba imitando a mi papá, creo. Yo digo que soy artista desde que tengo memoria, pero ahora es que tiene sentido decirlo. Ahora tengo más autoridad para decirlo. Yo diría que lo que me hace más artista es mi rutina de dibujar las ideas para que no se pierdan. Mi cabeza ya tiene demasiada información como para agregarle las ideas que me persiguen visualmente, entonces me desahogo de ellas, me deshago de ellas y a la vez me desahogo a través del dibujo.
Es como esto del vestido, pero con toda tu cotidianidad. O sea que te van invadiendo ideas que tienes que dibujar y plantear.
Sí, es una invasión, completamente, y siempre es como a las 4 de la mañana. Es la hora en la que tus sueños empiezan a ser pensamientos y tus pensamientos son sueños. Estás en una fiesta en tu subconsciente y todos los personajes de tu cabeza empiezan a socializar y ahí es como de repente se topan y entonces surge una nueva idea y estás lo suficientemente despierta para capturarla, pero estás tan dormida que por eso estás pensando en cosas tan raras. Las 4 de la mañana yo diría que es el momento más creativo de todo el mundo, porque estás aprovechando de tu subconsciente y de tu consciencia.
¿Y todos son dibujos? Casi casi las palabras para ti son nimiedades.
Exacto.
¿Son dibujos y los entiendes? ¿O no te pasa que por ejemplo no entiendes tu letra? A mí me pasa que a veces escribo tan rápido algo que no se entiende,
*pasa un grupo de guacamayas cantando*
¿no te pasa entonces que no entiendes bien qué idea estabas tratando de plantear, especialmente borracha del sueño a las 4 de la mañana?
Exacto, exacto. Definitivamente sí he visto mis dibujos de las 4 de la mañana y digo ¿qué mierda es esto? Pero siempre trato de capturar la esencia, así sea un garabato. Que los 5 elementos que sí necesito estén ahí para que yo lo entienda. Y hay muchos que pierdo. Hay muchos que veo y digo: esto, así sea que lo entiendo, así sea que lo veo a la perfección, no tiene ningún sentido y por qué pensé que esto era el masterpiece del siglo, tipo esto es una mierda, Manuela vete a dormir, Manuela Benaim la próxima vez que pienses en algo tan tonto por favor regrésate a dormir y no te quedes pegada en esta idea del coño. Te lo juro que me pasa más eso que “ahhh, qué gran idea” ¿Entiendes? Porque no he hecho tantas, no las he manifestado todas pues.
Dirías que entonces tu proceso creativo está acompañado también de frustración constante.
¿Qué? Demasiado. Hay más frustración que éxito. Definitivamente los momentos de éxito los podría contar con mi mano. En cambio, los momentos de frustración...
¿Te la vives frustrada?
Sí, definitivamente
Pero también disfrutas.
Sí, disfruto de mi frustración también porque sé que sin los errores… Todos mis éxitos son producto de haberlo intentado mil y un veces y una de cada cien ajuro me va a salir. Eso ni siquiera se llama talento, eso es estadística. Ya es porque I’m showing up to the work tanto, que obviamente algo iba a salir. Sino ya es medio sospechoso y por favor dímelo en la cara que no debería ser artista y que no es para mí. ¿Entiendes? Pero fueron tantos los intentos que de muchos de esos surgieron cosas que casi aleatoriamente fueron increíbles. Entonces amo al error. El ensayo y error y de vez en cuando éxito.
¿Eres perfeccionista o insatisfecha?
Soy muy dura conmigo misma y a la vez también me pasa que sueño mucho con algo que yo llamaría éxito y que pienso que en el momento que lo esté viviendo seré la persona más feliz del mundo y mientras que está pasando es una felicidad muy pasajera es como “aaaay la vida sigue como si nada, la tierra sigue rodando”.
Claro, quieres llegar a la punta de la montaña y cuando llegas te das cuenta de que hay otras puntas.
Te das cuenta que miras para arriba y es como que ay coño dónde estoy, esto es una montañita. Me pasa mucho que no sé cómo amplificar la sensación de orgullo, de satisfacción, de plenitud.
De saber que tú lo hiciste bien y estar bien con eso.
Exacto, eso me dura unos 20 segundos máximo, y después: ok, a trabajar, sigo siendo una mierda.
Eres muy hija de tu generación también.
Exacto, de hecho eso se llama síndrome del impostor.
¿Crees que tiene que ver con ser mujer?
Coño, yo siento que más bien yo debería estar demasiado orgullosa de cada cosa que hago porque lo estoy haciendo como mujer que eso ya es un valor agregado. Es como: ¡me gané este premio y soy una fucking mujer! ¿Sabes? Como que: ¡hice esto y la gente lo compró por cinco mil dólares y soy mujer! Es como que ser mujer más bien me debería agregar satisfacción. Pero es que ya ahora mi estándar es más alto, como que todo es relativo, entonces el éxito... Como ya quizá que un profesor te diga “esta es mi obra favorita” ya no te parece que es un medidor de éxito, sino que tu artista favorito te lo diga, o el coleccionista de arte más arrecho, entonces ahora vas siguiendo.
¿Y cómo medias el ego, las vistas? Como esas peleas, el orgullo de ti misma. ¿Cómo lo logras ver en su justa dimensión?
Yo siempre pienso que yo soy como una patraña pues, siento que en el momento en el que te satisfaga quién eres y todo lo que has hecho, más bien dejarás de buscar hacer más.
¿Pero no hay un punto saludable de decir como: esto estuvo muy bien, qué bueno que lo hice y que lo logré a pesar de toda la frustración, logré sacar esto adelante, estoy orgullosa de esto? ¿No hay un punto medio?
Sí, el punto medio son los 20 segundos de los que hablé.
¡¿Los 20 segundos?!
Yo lo he vivido, se siente demasiado bien, es como un orgasmo de carrera. Es así como: “woow me amo soy lo máximo soy lo mejoor”, y de repente empieza a bajar y caes en cuenta que la vida sigue y que tienes que, no sé, bajar a terminar de tomar tu café antes de que se enfríe. Ya se acabó ese momento tan bello.
¿Y en qué otros aspectos de tu cotidianidad encuentras lo creativo? Tú eres muy ritualística, ¿no?
Demasiado.
Cuéntame algunos de tus rituales.
Tengo muchos rituales corporales. Todos los días me estiro como media hora, me quito la ama que es la parte blanca de la lengua con un cepillo especial, me gusta practicar yoga que es un estiramiento, me gusta poner música y bailar una media hora mínimo, o una hora.
Claro, me contaste que pones 5 canciones al día.
Mínimo bailarle a 5 canciones. Me encanta cantar también, me encanta hacer throat singing, que son cantos que se hacen mucho en Mongolia, como vibraciones en la garganta. Todo lo que es corporal me encanta, todo lo que es sensorial. Reconocer que estás viva, darle cariño a tu cuerpo. Despertar el cuerpo más allá de ser unos zombis que están viendo algo en la pantalla y viajando por el mundo y el tiempo y la vida a través de... ¿Sabes? Las redes sociales me gusta también aterrizarlas lo más que pueda a la tierra y al momento que estoy viviendo. Decir que estoy aquí y ahora.
¿Y cómo haces con la motivación o la inspiración?
Yo creo que mi papá y mi mamá me dieron todos los recursos para que yo creyera en mí, porque ellos creyeron mucho en mí, ellos me entusiasmaron a ser artista. De hecho, cuando les dije que yo quería quizá ser bióloga, ellos se rieron. Fue así como: pero es que tú vas a ser artista, perdón. Entonces una de mis inspiraciones más grandes es mi mamá definitivamente. Sé que ella iba a ser una gran artista si no hubiese sido por que se convirtió en mamá y se tuvo que hacer cargo de nosotras. De alguna manera yo sé que ella distribuyó su tiempo como artista con su tiempo de mamá y al final se privó de muchas cosas artísticas. Sé que ella ve en mí, o sea, ella quiere llenar su propio vacío que siente con su propia carrera artística y lo quiere llenar a través de mí, no sé si tiene sentido. Edita esa vaina para que suene poético pero es algo así.
No, lo dijiste bien.
Entonces me encanta pensar que estoy llenando ese vacío de mi mamá a través del arte.
Qué bello el atardecer, ¿verdad?
Sí. Estoy pasándolo muy bien, qué rico. Luego te tengo que entrevistar a ti.
¿No es mucha presión llenar ese vacío de tu mamá?
Pero es que yo siento que necesitamos presiones en la vida o sino... la presión es super sana. Yo sé que la gente habla mucho de la presión como algo tóxico y me imagino que para mucha gente es. Depende mucho de la presión, del tipo de presión y el tipo de receptor. Esta es una presión que yo me di a mí misma, porque me quito esa presión y ya me siento un poco muy...
Porque ser artista es una de las acciones más egocéntricas, porque es todo el día pensar en mí, en ti, en mi espíritu, en todo. Entonces tener una motivación fuera de mí, me gusta.
*pasa avión*
Tú me contaste que escuchas podcasts cada vez que vas a dibujar y entonces te animas a dibujar porque quieres escuchar el siguiente capítulo del podcast.
¡Sí!
Quiero recomendaciones de podcasts por favor.
Bueno. Radiolab lo escuché todo, entonces ya lo recomiendo. Eso ya es etapa quemada pero me encantó.
The Weirdest Thing I Learned This Week es buenísimo porque es perfecto cuando quieres estar enfocada pero en cualquier momento te desenfoques porque no es tan lineal, porque cada capítulo son 4 fun facts, son 4 weirdest thing que alguien aprendió esa semana. Literalmente es the weirdest thing I learned this week de 4 personas, y las 4 personas son científicas que están haciendo sus propias investigaciones y mediante la investigación encuentran datos super curiosos que quieren compartir. También he estado viendo RuPaul mientras pintaba y escuchando el drama.
Me encanta que lo digas abiertamente, porque luego en las entrevistas hay gente que dice ver cosas super serias, y es como “ay yo sí veo Keeping Up With the Kardashians”.
Epa epa epa, Keeping Up With the Kardashians no se compara con Ru Paul’s
Bueno no he visto Ru Paul’s pero luego hay gente que dice que solo ve cosas intelectuales.
Te puedes embasurar mientras estás haciendo arte, y no significa que no estés sintiendo. De hecho yo he llorado mientras estoy haciendo un proceso artístico porque siento demasiadas emociones con lo que tengo enfrente en mi obra mientras que rupaul está sonando de fondo. O sea, ese momento existió, yo llorando de felicidad y de angustia, y a la vez como que estoy a punto de terminar esta obra y no me quiero deshacer de ti y no quiero empezar otra y está RuPaul de fondo regañando a un drag queen.
Me siento validada. ¿Y trabajas en tu cama? Porque eso también me hace sentir validada.
Bueno, en Philadelphia mientras que veía televisión, películas, ponía los pelitos, en mi cama.
BODILY OBJECTS, axila
O sea, bordas los pelitos, ¿no?
Sí, exacto, pero lo único que puedo hacer en mi cama en verdad es dibujar, e inspirarme a las 4 de la mañana que es parte del proceso creativo. Así que: sí, trabajo en mi cama. Pero nada de silicón. Todo es demasiado pegajoso y menos hacer un molde.
No, los materiales que estás trabajando no son muy de la cama.
Yeso, silicón, tóxicos.
En la escuela de arte pasaste a través de distintos procesos de arte.
Tantos que la gente sospechaba de mi tesis, porque estudié carpintería, joyería, vidrio por dos años, ilustración, animación y textiles y actuación.
En verdad qué goce, yo quiero hacer eso.
Qué goce. Y entre todas ellas elegí, más que todo, textiles. Sin embargo mis profesores estaban como que: ¿qué coño vas a hacer de tesis? porque manguareaste por toda la universidad, indecisa. Y yo como que: mira mira mira, ya va, lo que yo estaba haciendo era aprender lo más que pueda. Es como que catch them all porque ya después de la universidad no voy a tener más estos recursos. Entonces yo lo que hice fue aprovechar. Todos los semestres tenías que llenar mínimo 12 créditos y máximo 18. Todos los semestres yo llené 18 créditos. Tipo yo me podía graduar tanto de vidrios, como de textiles, como de fine arts, como de escultura, pero yo tuve que elegir el último año cuáles créditos iba a tener que usar.
Que además mezclaste todos casi casi. Le perdiste el miedo al material, al fuego, a acercarte, a tocarlo...
Exacto. No, y definitivamente fue indispensable haber estudiado escultura, haber estudiado performance, y carpinteria y joyería y textiles, porque los uní todos. Hasta fashion. Todos fueron necesarios y por eso me aplaudieron. Los profesores decían: yo pensé que ibas a ser una cagada porque no te enfocaste en nada.
Exacto es como esos restaurantes que tienen un gran potencial de ser malos porque tienen de todo.
Exacto: sushi, arepa y nutella . Un merequetengue. Y no, más bien al final tuve una presión sobre mí misma que era: ¿cómo coño voy a justificar esto?
Hablábamos de eso, que eres una persona abundante, pero de esas que agarra un plato en un buffet y le echa todo. ¿Y cómo reconcilias eso? Hoy en día también te frustras por eso porque tienes una idea y quieres estar en la siguiente idea y en la siguiente.
De hecho nunca estar satisfecho es lo que hace que siempre sigas para adelante. No soy tan enemiga sobre mis propios miedos. No quiero relajarme solamente porque alguien me aplaudió. Bueno, te voy a decir la verdad. A veces sí estoy escalando una montaña, o estoy separada de mi arte y estoy pensando en mi vida retrospectivamente, hay veces que me da una sensación de: wow, qué caraja tan arrecha, mira todo lo que has logrado.
Es como: si me muero hoy, muero bien.
¡Exacto! ¡Has logrado demasiado, date más mérito! Y me acaricio y me abrazo y me digo: eres arrechísima, me quito el sombrero ante ti. Y de repente llego al taller y es como: a trabajar. No dejo que esa sensación de satisfacción me haga creer suficiente porque la verdad eso de sentirme suficiente... yo me imagino que la gente que ya se ganó un grammy sentirá que, coño ya, eso es suficiente pues, coye ya, relájate.
Pero yo creo que justo no, porque creo que es justo gente que llegó ahí por esa pulsión.
Exacto. Pero creo que si hubiera llegado a un grammy, se hubiese satisfecho con los primeros premios que se ganó, entonces esa actitud va a seguir adelante. Que claro yo lo máximo que me he ganado es quesi una patraña.
Manuela, te tienes que dar más crédito. En verdad tu obra tiene mucho reconocimiento. –
¿Haces playlists para cada cosa?
Me encanta el algoritmo de Spotify. La inteligencia artificial está completamente a favor en mi vida. No me gusta que me manden publicidad de cosas que no me gustan.
¿Y qué otro contenido mediático recomiendas? Además de RuPaul’s
Bueno, los libros de psicología me han ayudado bastante para inspirarme. El arte y la psicología tienen mucho en común.
Bueno, y la ciencia también; como que hablar de anatomía…
Sí, definitivamente la anatomía me inspira mucho. Pero yo creo ya es suficiente con tener un cuerpo para el resto de mi vida para inspirarse en la anatomía. Por eso hay tanta anatomía y arte figurativo porque es lo que más conocemos. De hecho lo que todo el mundo empieza a dibujar cuando dicen “ay, yo creo que dibujo bien” es un ojo realista. Siempre. Yo tengo mil y un ojos realistas dibujados en mis cuadernos de bachillerato.
¿Alguna otra recomendación?
Me inspira mucho la comedia. Poner comedia de fondo. Ver películas de ciencia ficción, pero de antes, cuando los efectos especiales eran super manuales y todo era hecho a mano y maquinarias, pero que en ese momento sorprendía mucho. Al final del día eso es lo que yo hago. Me encanta ver efectos especiales mal hechos de los años 80.
Si tuvieras la posibilidad de hablar con Manu chiquita incomprendida, ¿qué le dirías?
Le diría: todo lo que has hecho es una patraña, sigue pa delante. *risas* ¡No, mentira! Le diría: Lo estás haciendo bien. Pareciera que no, pero todo va a tener sentido. Y todo lo que crees que te está...
A ver, esto es demasiado importante, tengo que pensarlo. Siento que se lo estoy diciendo, siento que acabas de abrir un portal. Quizá este mensaje le esté llegando en este momento a mi yo de cinco años.
Pero sí, le diría eso, que todo va a estar bien y que los peores días se olvidan y que los mejores también. Ya va, ¡no pongas nada de esto!
Voy a ponerlo, me encanta. Pero justo comenzaste la entrevista diciendo que no eres muy de palabras, quizá solo la abrazarías.
¡Exacto! ¡Yo estoy viendo a la niña Mano de 5 años super entusiasmada porque va a recibir un mensaje de la niña 24 años Manu y está como que :0 y la estoy decepcionando mientras que hablo y piensa como: ¡voy al colegio tarde!
Capaz le darías algún objeto.
No dejes que nadie te impida nada, haz lo que te da la gana, porque lo que te da la gana en verdad es demasiado valioso.
Qué bonito.
Aunque yo fui una niña muy libre.
Sí, te creo. yo estuve ahí.
Sobre Cris:
---------------
96’. Venemexa Mexazolana.
< volver